AHORRO ENERGÉTICO, en plantas de combustión
Las empresas de hoy día, deben tener una estructura productiva competitiva como condición imprescindible para sobrevivir a la competencia local y global. En otras palabras, si la competencia es más eficiente, tendrá mejores costos productivos, mejores márgenes y todas las posibilidades dadas para quedarse por completo con el mercado.
Simultáneamente la actualidad ambiental demanda no sólo a las empresas, sino a todos los habitantes, la urgente reducción de las emisiones contaminantes directas, así como la de los gases del efecto invernadero. Evitar la emisión de monóxido de carbono, hidrocarburos sin quemar, hollín. dióxido de azufre, u óxidos de nitrógenos no basta. Adicionalmente es necesario reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y la innecesaria emanación de elevadas temperaturas hacia la planta de los pies de San Pedro. Y esto, sólo se logra con eficiencia.
El uso eficiente de la energía contribuye significativamente la disminución de la contaminación, así como a alcanzar la imprescindible mejora en la competitividad de la industria.
Las empresas de hoy día, deben tener una estructura productiva competitiva como condición imprescindible para sobrevivir a la competencia local y global. En otras palabras, si la competencia es más eficiente, tendrá mejores costos productivos, mejores márgenes y todas las posibilidades dadas para quedarse por completo con el mercado.
Simultáneamente la actualidad ambiental demanda no sólo a las empresas, sino a todos los habitantes, la urgente reducción de las emisiones contaminantes directas, así como la de los gases del efecto invernadero. Evitar la emisión de monóxido de carbono, hidrocarburos sin quemar, hollín. dióxido de azufre, u óxidos de nitrógenos no basta. Adicionalmente es necesario reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y la innecesaria emanación de elevadas temperaturas hacia la planta de los pies de San Pedro. Y esto, sólo se logra con eficiencia.
El uso eficiente de la energía contribuye significativamente la disminución de la contaminación, así como a alcanzar la imprescindible mejora en la competitividad de la industria.
Por lo general, en la mayoría de las industrias suele haber al menos una caldera o un horno de proceso. Grandes o pequeños, sobre estos equipos hay un gran potencial de mejoras en cuanto a la eficiencia energética y la disminución de las emisiones. Lo increíble del caso es que muchas veces una simple solución suele estar al alcance de la mano, y a menudo sólo comprende un conjunto acciones de optimización sobre los parámetros de los sistemas de control existentes.
En promedio, dichas medidas de optimización sobre las plantas industriales de combustión pueden permitir aumentos en la eficiencia global, de hasta un 10 % y con ello también la disminución de efluentes nocivos para el medio ambiente.
Además, estas pequeñas medidas casi siempre mejoran las características del control de la planta, aumentando consecuentemente su vida útil. El estrés de los materiales, con calderas que arrancan y paran permanentemente, el exceso de fuego para compensar ineficiencias y el ensuciamiento inexplicablemente continuo de las superficies de intercambio de calor, basadas en malos ajustes de la combustión, o la falta de criterio para efectuarlos, harán que la caldera viva menos años. Ninguna de las acciones para contrarrestar estos efectos, requiere más inversión que algo de tiempo para su ajuste, o tan solo el estar alertas para corregir desviaciones.
Esto a primera vista puede sonar como una exageración, pero es el resultado de decenas de pequeñas acciones. Estas van desde la sintonía de la combustión, el criterio de selección de la correcta presión de operación y la configuración del control PID, hasta el de la combinación adecuada de las diferentes calderas disponibles.
El potencial de ahorro indicado a continuación es un rango de estimaciones posibles. El beneficio real sólo puede calcularse con precisión, individualmente en la propia planta, teniendo en cuenta el perfil de operación de la misma. Los ahorros mencionados dependen de la condición de la instalación en cuestión y varían desde "apenas hace la diferencia”, en una planta ya bastante bien optimizada, hasta “un potencial significativo de ahorro”, para plantas en muy mal estado de funcionamiento.
Algunos ejemplos de las fugas de dinero
El primer paso en el camino de mejora es efectuando una auditoría para detectar las oportunidades y el consecuente asesoramiento en base a las acciones que brindarán un mayor beneficio. Indefectiblemente basados en cálculos precisos del ahorro energético posible de la planta.
Se debe tener en cuenta que en cada planta la situación seguramente es diferente. No existen recetas genéricas para curar los males de cualquier planta. Cada una de ellas requiere de un análisis particular de su modo de operación, de sus requerimientos, así como del estado de los equipos que utilizan y sus respectivos ajustes. A continuación, la siguiente tabla expresa valores medios, como ejemplo de los ahorros potenciales.
Otras interesantísimas alternativas de ahorro están dadas en el aprovechamiento de subproductos de proceso. Se trata de sustancias derivadas de los procesos productivos, que teniendo cierto poder calorífico pueden ser utilizadas como reemplazo parcial o total de los combustibles tradicionales.
Los subproductos industriales se convierten en valiosas fuentes de energía que reemplazan el gas natural y otros caros combustibles primarios y por lo tanto reducen sustancialmente los costos productivos. Adicionalmente en muchos casos, evitan el costo por contratar a empresas que los retiren para su disposición final.
La inversión para adquirir tales sistemas de combustión, por lo tanto, se recupera rápidamente. En muchos casos, esto también da lugar a una reducción significativa de las emisiones de gases de efecto invernadero, en particular el CO2.
Dichos ahorros potenciales pueden encontrarse en varios sectores. Las plantas de combustión para elementos alternativos se utilizan, por ejemplo, en la industria del acero, la industria alimenticia y en la química.
Como ejemplo, Durante la destilación de la soja y el azúcar para bioetanol se generan melaza o vinaza. Estos subproductos líquidos, que tienen un poder calorífico muy bajo, pueden ser energéticamente utilizados. Así,
se puede ahorrar el 80% de los combustibles fósiles requeridos para la producción de bioetanol.
Para la combustión de subproductos industriales secos, fósiles y no fósiles y fósiles con un poder calorífico muy bajo, como aserrín o lijado de madera o carbón pulverizado, se emplean sistemas de combustión especiales. Esto permite utilizar la energía térmica contenida en el polvo y muchos otros productos de desecho seco para fines industriales a través de la combustión rentable y de baja contaminación
Ejemplos de subproductos utilizados exitosamente en las industrias:
Conclusiones:
😃 Mejorar la eficiencia es una necesidad y por lo tanto, una obligación.
😃 Dependiendo del estado actual de la planta, la mejora puede ser pequeña o significativa.
😃 En el 99 % de los casos, siempre hay algo que se puede mejorar. Es cuestión de analizar cada caso.